viernes, 26 de marzo de 2010

Extracciones de Diario Krishnamurti


La muerte, la creación y el amor estaban ahí y uno, que era parte de ello, no podía distinguir cuál era cuál, no estaban separados, no era algo que pudiera dividirse para discutir sobre ello.
Eran inseparables, estaban estrechamente relacionados entre sí, no con la relación que proviene de las palabras, los actos o la expresión. El pensamiento no podía formularlos, ni el sentimiento abarcarlos; el pensamiento y el sentimiento son demasiado mecánicos, demasiado lentos, y tienen sus raíces en lo conocido. La imaginación está dentro de ese campo y nunca puede acercarse a lo otro. Amor-muerte-creación constituyen un hecho.
El árbol, el fuego y las lágrimas son reales, son hechos que no pueden negarse, pero esas son realidades de lo conocido y son la libertad de lo conocido, y en esa libertad, amor, muerte y creación son inseparables. Pero uno ha de ir muy lejos y, no obstante, estar muy cerca.

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